Sunday, October 29, 2006

¿Por qué vuelven a mi mente esos recuerdos?, realmente es inolvidable...
No puedo negarte que esa noche pude morir de rabia y tristeza al mismo tiempo. Después de todo el tiempo, tu legado se evidenció de forma física en una pequeña pero profunda carta que me escribiste...quizá porque sabías lo que estaba próximo a pasar, ahora, dolorosamente me imagino tal escena, en tu futuro lecho de muerte... escribiéndome. Curiosa vaina...,alcanzo a esbozar una leve sonrisa al pensar que en medio de tal dolor, de tu dolor, tuviste las fuerzas para levantar un esfero azul, y en la pequeña hoja de un cuaderno que habías mandado traer, decirme adiós. Una carta. Grato recuerdo, pero doloroso.
¿Por qué la encontré, justo hoy?, quiero pensar que al igual que yo, me piensas, aunque sea de vez en cuando, tal vez también encuentres esa carta que una vez te escribí. En realidad no decía nada, aun no sabía escribir, pero puedo estar seguro que supiste interptretar mis garabatos y mis letras mal hechas.
Y hoy me doy cuenta que crecí. Ahora me da pena que me vean llorar... -una lagrima baja por mi mejilla y descansa en mi mentón, hasta caer y morir entre mi saco grueso.
Ahora cito las palabras de una persona grandiosa y bellísima que me acompañó durante mi niñez haciéndola inolvidable. Una persona grande, al menos para mi, alguien que en verdad sabía el significado de las palabras; se le quiere infinitamente, así nunca se lo haya dicho.
"No los canso más. Los amo y los llevo siempre en mi corazón".(al que le caiga).

Monday, October 23, 2006

Tututu

"Yo, quiero ser un niño de verdad"
Pinocho.

Tal vez fue esa la frase que lo sentenció. Ambicioso muñeco de madera, pieza única e incomparable. Ingenuo, al fin y al cabo era un niño...pero ¿como no se dió cuenta?, mientras otros muchos quisieran ser de madera y así, poder pasar indiferentes ante tantas cosas hirientes, el sentir puede llegar a ser una gran debilidad.
Pinocho huevón!!!, ahora le pegan y le duele, ahora llora, ahora rompe su corazón una niña de su colegio, a Yepeto no le duró mucho la alegría de tener un hijo, el viejo carpintero se fué desgastando pues al muñeco le dió por comer y los gastos se duplicaron, no aguantó muchos años.
Infeliz vive Pinocho, a cargo de quien sabe quien... Y pensar que en su inmensa amargura y extrema soledad, mientras mira el resultado de los golpes que le dan sus compañeros de clase, mientras seca sus lagrimas y casi ni respira por la indiferencia de aquella niña, daría lo que fuera porque su nariz volviera a crecer cada vez que dice una mentira.